John Lennon / De Culto

 

 

 

John Lennon

 

por  Israel Crens

 

"People say I'm crazy

  Doing what I'm doing

  Well, they give me all kinds of warnings

  To save me from ruin

  When I say that I'm okay, well they look at me kinda strange

  "Surely, you're not happy now, you no longer play the game..."

 

 (*)”Perfectamente sentado desde una banca del Central Park, en la mágica área oeste de Strawberry Fields, se puede observar claramente unos altos gabletes, unos profundos tejados, ventanas, paneles y enjutas de terracota, nichos, balcones y balaustradas de un imponente edificio que hace la esquina de la 72 Este # 1 y la Central Park West Avenue”.

 

40 años de un vacío impoluto, de un silencio que no ha hecho más que romperse por esa ordinaria falta de talento. Lo hay, aunque no explotado, escondido, clandestino, pero lejos del comercialismo y los reality  que exacerban el consumismo chatarra de una minoría hambrienta de porquería, de música de chicle, de “artistas y cantantes” que están lejos, muy lejos de poder ser catalogados en esos calificativos.

 

John Lennon fue el artista culto, maestro, revolucionario, activista y defensor de causas nobles y perennes. Su música, sus ideas, dejaron un hueco que no puede llenarse. Líder indiscutible del grupo más formidable que ha existido, líder de dos generaciones de jóvenes que surgían con fuerza de tempestad de una etapa de post-guerra, anticuada, obsoleta en cuanto al estancamiento musical que se padecía. 

 

El rock & roll hizo lo suyo. El telón de fondo solo esperaba el momento adecuado para el stage diving beatlero.  Su influencia hasta nuestros postreros días sigue vigente (afortunadamente). Los exponentes de su música tienen una preclara idea de cómo llevar ese beat lennoniano  a las generaciones que siguieron tras ese acontecimiento que en su momento fue denominado de lesa humanidad.  U2Oasis y Radiohead son por mérito propio, finos y excelsos ejemplos de la influencia de nuestro querido Lennon.

 

Sus notas trabajan en ellos como termitas en un polín. Lenta y de forma denodada consiguen algo digno y de alta, altísima calidad. Sin caer en la deplorable panacea televisiva. Diáfano en sus propuestas, Lennon dejó sentado que no puede lograrse algo musicalmente hablando, sin un sustento, una base, una raíz.  Así que por principio de cuentas, ese baobab incólume se ha mantenido firme y digno ante los aciagos tiempos que nos asolan de ritmos desvirtuados. 

 

Podemos recordar tras el lamentable acontecer de esa noche del 8 de diciembre de 1980, como fuimos testigos de un tremendo boom  de música y grupos que difícilmente volverá a repetirse en una década.  ¿Coincidencia?

No hay tal. Seguramente Lennon habría abarrotado estadios y recintos donde se presentaría con su inédito álbum Street of Dreams  y la gira mundial que proyectaba para 1982 “One World Tour”.

 

Desafortunadamente, el destino dictaminó otra cosa tanto para él, como para los deudos de su música. Digamos por romántico que pueda sonar, que nos regaló una década invaluable e irrepetible cuando quedó cósmicamente inconsciente. Su falta es tolerable más no inolvidable.  Su presencia quedó esparcida por toda la década de los años 80, siempre que alguien quisiera buscar sus reminiscencias aquí y allá.

 

Así, sentado desde una fría banca de Central Park, veo como la gente hace un esfuerzo por tratar de estar cerca de alguien que merecía estar presente y no estarlo buscando del éter. Quizá pensando que hay una brizna de sus restos esparcidos en el parque (aunque realmente se encuentran dentro de una urna egipcia, encima de su piano blanco del Estudio-1, en el apartamento 71 del que fuera su hogar en el edificio Dakota).  

 

John Lennon no dejará de sorprendernos en un futuro, eso es incuestionable. Ejemplo notorio fue la antología con dos canciones póstumas, que hizo que Mick Jagger argumentara: “¡Maldición! ¡Hasta muertos, The Beatles siguen creando números 1 !” 

 

Aparte de los radiantes rascacielos, no olvides recorrer los mosaicos de Strawberry Fields  y dentro de tus introspecciones recuerda por un instante cuando te sientes  y contemples el helado cielo neoyorquino…

 “ We all Shine On, like the Moon and Stars and the Sun”    

 

(*) Párrafo extractado del libro La Noche del Dakota  Aut. Israel Crens 2011. Sin Editarse.

 

Israel Crens

De Culto 

Walnut Street Ediciones

 

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