THX 1138 / Cinegrafía

 

THX 1138

 

por Israel Crens

 

 "El enemigo del arte es la ausencia de limitaciones".

  Orson Welles  (1915-1985) Director de cine estadounidense

 

 

Te permito existir y lo haces. No cuestiones, trabaja. No asumas, responde. Consume, no te detengas.  Eres lo que permito que seas, seas lo que seas.  El nivel más ínfimo de la cadena que produce, eres la sinapsis que no es tal sin mi consentimiento. Eres un producto, un número, un código de barras y me perteneces. Eres un producto de las masas, por y para las masas.

 

Eres THX 1138.  Agradece, sumiso, obedece.

 

 Un futuro galopante de una visión apocalíptica. ¿Algo que ya sucede, que padecerán las generaciones futuras?  Por supuesto.   Existen muchos ejemplos sobre la realidad de nuestros tiempos y la utopía por venir.  Podemos citar novelas estremecedoras, esa ficción distópica que habla por sí misma de nuestros días.  Aldous Huxley con Mundo Feliz  (1932), George Orwell con 1984 (1948)  y  Ubik  de Philip K. Dick (1969), tenemos unos ejemplos devastadores de lo que puede hacer una élite dentro de un nuevo orden mundial.

 

THX 1138 aborda el tema de un mundo que logró el avance tecnológico adecuado para subsistir no sobre la Tierra, un gobierno metódico comunista, que rige y gobierna dentro del capitalismo.  Una paradoja que lleva a otra y así subsecuentemente en esos universos subjetivos que resultan tan confusos y que tienen por único objetivo la dominación y obediencia total.

 

El totalitarismo bruto y esclavizante tras la espuria máscara de la religión. La prostituta que se viste de santa para embrutecer a las mentes débiles.  Logra su objetivo precisamente tal cual como fue concebida.  Donde la “humanidad” es “libre”. Feliz, pero controlada, con pensamientos perfectos y un amor a medida que en caso de llevarlo instintivamente se convierte en una felonía contra el alabado sistema.

 

Joya indiscutible en la carrera de un entonces joven George Lucas, el filme  THX 1138 constituye su primer largometraje que para el cinéfilo adicto al buen cine de culto, es por mucho su obra maestra. 

 

Con la garantía, aval y sociedad de Francis Ford Coppola, Lucas funda su primera compañía productora American Zoetrope en 1969. Ya en 1971 logra consolidar el filme que se basó por principio en un corto realizado anteriormente cuando estudiaba cine en la Universidad de Southern, California. El corto llevó por título Electronic Labyrinth THX – 1138: 4EB  (1967).

 

El filme protagonizado por dos maestros de la actuación Robert Duvall  y  Donald Pleasence nos lleva por una visión demoledora, deshumanizante en el que el gobierno ha abolido casi completamente los instintos básicos. Nadie es más, todos son menos. Drogas, hombres sintéticos y droides  ayudan y controlan con eficiencia la más mínima desobediencia.

 

Estados emocionales inducidos, confesionarios para expiar, aplacar, aplastar dudas y moral coexisten en un laberíntico complejo de este mundo feliz, productor, totalitario y consumista. Lucas muestra su obsesión llevando magistralmente la batuta en una adaptación surrealista de mundos post-apocalípticos combinados. Situándonos una realidad no muy lejana, orwelliana  y una orbe parecida a la Metropolis  de Fritz Lang.

 

Dicho todo esto, podemos asumir que la cinta dista mucho de los siguientes trabajos de Lucas.  American Graffiti  (1973) es otra obra que necesita mención honorífica aparte.  Las sagas del universo Star Wars  pueden ser consideradas por la mayoría como lo mejor de su carrera, tema debatible entre estos filmes y al que nos referimos en esta nota; mismo en el que existe una referencia al universo Star Wars si se pone la debida atención. 

 

THX 1138 es por ende una película actual, que retrata un futuro del que somos aterrados espectadores.

 

La genialidad del protagonismo en la cinta no son en sí los magníficos actores, es el dogma que lleva transcurriendo de años, ese paralelismo que coexiste en todo momento y del que no queremos darnos cuenta pero que terminará por acontecer. Un régimen actual con los retrocesos que ello implica. Un futuro de pasado oscuro, maligno y siniestro.

 

Procesemos entonces nuestra sinapsis preestablecida, preconcebida. Que somos producto de una minoría titánica y nosotros una micro mayoría de dieta emocional macrobiótica controlada y muy bien orquestada por los medios.

 

 "Recuerda que eres un verdadero creyente. Bendiciones del estado. Bendiciones de las masas. Tú eres un sujeto de lo divino creado a imagen del hombre por las masas, para las masas".  

 

Producido y concebido para un propósito. Una vida feliz, saludable, dictaminada. Una vida hecha a tu medida, sintética, cibernética y en simbiosis con el partido. Sonríe y… sé feliz.

 

 Israel Crens

Cinegrafía

Walnut Street Ediciones ® 

 

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