Bruce Springsteen / De Culto

 

 

 Bruce Springsteen

 

  por Israel Crens

 

“She asked if I remembered the letters I wrote

When our love was young and bold

She said last night she read those letters

And they made her feel one hundred years old

 

And I'm driving a stolen car

On a pitch black night

And I'm telling myself I'm gonna be alright

But I ride by night and I travel in fear

 

That in this darkness I will disappear…”

 

 

 Una voz inconfundible, jeans desgastados, viajero en un auto robado, patriota comprometido con las causas, un artista tan completo y tan excepcional que nos hace pensar que en verdad nació para correr con un sentido genial en el mundo artístico. Hablamos por supuesto del líder de la Banda de la calle E, el único e irrepetible  Jefe, The Boss:  Bruce Springsteen.

 

Bruce Frederick Joseph Springsteen ha sido al pasar de los años (y debido a ello) un músico baobab incólume en la música rock. Este genial músico oriundo de Philadelphia, que pasó como muchos una infancia dura al tratar de adaptarse a la disciplina caduca  y obsoleta  de las monjas, pero que al mismo tiempo le sirvió para desarrollar su imaginación que años posteriores le llevara al cenit del ámbito musical.

 

Bruce tuvo la misma visión de John Lennon, que tras ver actuar a Elvis Presley en el show de Ed Sullivan, comprendió a la perfección cual debía ser su camino a seguir. (Afirmando y cimentando esta idea cuando The Beatles hicieron lo propio ya no hubo más duda en él). 

 

La rebeldía formaba parte de aquellas generaciones, lo que implicaba conseguirse una guitarra a como diese lugar y a sus escasos 14 años (como todo músico precoz) compró por 18 dólares una vieja  six-string  con la que pudo practicar sus primeros acordes.

 

El movimiento beatle  hizo tal mella en él, que pasó de Twist and Shout  a perfeccionar canciones más y más potentes acumulando un amplio repertorio entre los cuales dominaba temas de The Rolling Stones, The Who  y  The Kinks,  grupos que ayudaron a forjar el carácter de un joven inquieto en busca de la identidad propia a través del rock.

 

Ya entrado en 1969, Springsteen gustaba de artistas y temas de la época como Jimi Hendrix, The Yardbirds o Cream,  casi al tiempo que sus dotes de compositor comenzaban a dar sus primeros logros que determinarían que no solo sería un intérprete, si no que lograría desarrollar una lírica propia que derivaba en un marcado contenido social.

 

Siguiendo a pie juntillas su estado emocional, los temas compuestos denotaban un claro contrapunto con el establishment.  Su visión fue desde un principio contracorriente hacia la élite que ostenta con descaro el poder, la oligarquía y las injusticias de una nación. Excelente punto en el que coincide que las reglas que no sirven solo están para transgredirlas mediante el uso de la palabra,  la música. El american dream  en sus canciones dejaba de serlo, se había resquebrajado.

 

Sabedor de ello, al plantear y plasmar esa idea en una canción y llevarla al escenario frente a una gran audiencia junto con su

E Street Band, consolidó una forma de comunicación y de expresión que versaba sobre las guerras, las rupturas sentimentales que lejos de llevarle a pretender ser un estandarte de algún movimiento,  siempre se ha limitado a ser fiel a sus raíces dada su ascendencia social de una familia de la clase trabajadora.

 

Springsteen a pesar de haber tenido la buena fortuna de ser telonero en algunas ocasiones de Ike & Tina Turner, The Alman Brothers Band , Black Sabbath o Lou Reed, nunca perdió el norte de saber ubicar sus composiciones dentro de su estilo propio y original. El codearse con artistas de gran calado hicieron que sus tablas fuesen más y más firmes.  Sumado a que su paso por el jazz y el blues lo alejó de estridencias y tuvo ya con su banda de la Calle E, influencias más firmes halladas en la música de  Joe Cocker  y Van Morrison.

 

Bruce es un músico que se debe a las masas, que nunca ha dejado de dirigirse a la gente común con la que mantiene y cuida un estrecho vínculo. Un artista que expone y condena las miserias de su país, de aquellos que gobiernan para una minoría y favorecen el nepotismo.  Springsteen es el artista consolidado en exponer sus canciones como baluarte de conciencia, protesta y mensaje. Temas controvertidos que van desde la discriminación por preferencias sexuales, racismo, elitismo en los que deja asentado que son signos de la peor condición humana.

 

Siempre comprometido con un público apasionado, ha logrado dar conciertos récord de hasta cuatro horas de duración.  Springsteen es el artista completo, redondo, que nos ha regalado una música excepcional por varias décadas y que ha tocado el alma de varias generaciones.  Sigue y seguirá en una carrera vertiginosa, en la que solo se detiene a lapsos para hacer sus contemplaciones humanas y políticas, para volcar todo en un nuevo proyecto y en un escenario como solo él sabe hacerlo.

 

Dejemos que su música siga acompañándonos a bordo de un auto robado, por una autopista desierta, conduciendo la noche entera. A sabiendas que nacimos para caminar o correr, para ir en busca de la mujer o el hombre amado sin importar cual sea la distancia, descubriremos entonces que estamos en el camino correcto.  

 

De la mano, viendo estrellas o simplemente; bailando en la oscuridad.

 

Israel Crens

De Culto 

Walnut Street Ediciones ®

 

 

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