Billy Joel / De Culto

"It comes down to reality

 And it's fine with me cause I've let it slide

 I don't care if it's Chinatown or on Riverside

 I don't have any reasons

 I left them all behind

 I'm in a New York state of mind

 I'm just taking a Greyhound on the Hudson River line

 'Cause I'm in a, I'm in a New York state of mind..."

 Se dice que Nueva York en un estado mental, que pueden acontecer escenas de algún restaurante italiano, que puedes llegar a los extremos, hogar de cualquier chica de ciudad y cualquier bar del barrio del Bronx es bueno para escuchar a un piano man.  Así es, todo se resume a cargarse estrepitosamente de tremenda pedrada el ventanal de la casa de una ex novia.  El maestro Billy Joel.

Hablar del genio de Joel e ir por su extensa discografía demerita al artista por lo que realmente es y representa.  William Martin Joel nos ha llevado de la mano por varias décadas, siendo ejemplo a la vez de muchos artistas nuevos.

Joel es el artista incansable, certero y que se debe a un público que le exige tras cada presentación temas que ya son base del rock, del soul, del blues y hasta de música clásica. Recordemos que él es un músico hecho en toda la extensión de la palabra y hace unos años anunció su retiro de los escenarios para dedicarse exclusivamente a lo que de principio estudió. Para música de cámara, concertista.

Sencillamente no pudo. La razón es obvia. Artistas de su envergadura suelen retro alimentarse constantemente de la gente, de su público, de sus fans. Joel no es la excepción como lo fue Freddy Mercury, como lo ha sido Paul McCartney, Bruce Springsteen o The Rolling Stones.

Una fuerte influencia de The Beatles, un vigor inagotable y sus extensas giras, dieron al mundo un artista que sabe exactamente su rol y concepto para con su gente. Consciente de la pincelada artística que debe dar en sus vídeos según el tema y consolidado más allá de ser un astro del momento, es un ente capaz de trascender décadas, generaciones y que hoy sea un referente de una etapa específica de nuestras vidas.

Cold Spring Harbor (1971) tuvo un éxito moderado con el sencillo She’s Got a Way  y fue la pauta de una gran carrera. En 1973 con su segundo LP Piano Man, conquistó el éxito en lapso de tiempo muy corto con el primer corte que da nombre al álbum.

Los singles de los siguientes álbumes solo cimentaron la carrera vertiginosa de Joel. Streetlife Serenade  (1974) y su single The Entretainer.  Turnstiles  de (1976) albergó dos grandiosos temas que son referente de ese año: New York State of Mind (misma que compuso en un viaje de regreso a casa en un Greyhound, mientras observaba el Rio Hudson)  y la adorable balada James.

Con The Stranger  (1977)  ya era un éxito rotundo destacando maravillosos temas de este trabajo como Movin’ Out (Anthony’s Song),  la muy versionada balada de Just The Way You Are, Scenes From An Italian Restaurant, el controvertido tema Only the Good Die Young  y la bien lograda balada acústica She's Always a Woman.  52nd Street  (1978) solo tuvo un corte que alcanzó el No 3 del Top Ten en Estados Unidos con el single My Life.

Comenzando la década de 1980, Joel logró mezclar su estilo y sus influencias del blues con el rock conquistando de nuevo las listas de éxitos. El álbum Glass Houses  (1980) y sus cortes  It's Still Rock and Roll to Me  y  You May Be Right  le llevaron a posicionarse por seis semanas en el #1.

Songs In The Attic  (1981) retrata sus presentaciones en directo por aquellos años y ya en 1982 con  The Nylon Curtain  logra consagrarse completamente como uno de los mejores artistas de finales de los años setenta y de la década de 1980.

Los singles que de éste trabajo se desprendieron consiguieron que Joel demostrara que su carrera no era solo algo momentáneo. Ya era para siempre. Allentown  y la joya del mismo Pressure  junto con los demás tracks suponen el trabajo más ambicioso de Billy y una obra maestra. Haciéndose notorio que éste disco fue de los primeros en ser grabado, mezclado y masterizado digitalmente.

El cénit llegó con  An Innocent Man  (1983) y sus sencillos The Longest Time  (una pieza maestra de estilo doo-wop en homenaje a los años 50), Tell Her About It  (homenaje a Motown), An Innocent Man  y  Uptown Girl  (un homenaje a Frankie Valli & The Four Seasons)  y que tuvo un genial vídeo promocional con su exuberante esposa de aquél entonces Christie Brinkley.

Éste último tema tuvo a mal en las generaciones más jóvenes acreditarse al incipiente grupo Westlife en el año 2000.  Exactamente lo mismo que le sucedió a la canción The Man The Sold The World  de David Bowie (del álbum del mismo nombre / 1970);  y que tontamente se pensaba que era obra de la banda de grunge Nirvana entre los adolescentes desinformados.

Ejemplos así suelen darse a menudo y somos testigos de que un tema que nos tocó vivirlo, cantarlo y comprar el acetato hoy es pan de las generaciones nuevas, pero que desconocen el origen real del rock y sus bases.

En 1985 edita el sencillo  You're Only Human (Second Wind).  Tema que versa sobre la vida de cualquier adolescente que lidia entre la depresión y el suicidio.  La canción fue inspirada al rememorar que él mismo una ocasión intentó quitarse la vida. El track es incluido es un recopilatorio Billy Joel's Greatest Hits  y los royalties generados por esta canción va a dar directamente al National Committee for Youth Suicide Prevention. 

Su siguiente LP The Bridge  (1986) tuvo un éxito más moderado con el corte de Matter of Trust.  No así como Storm Front  de 1989 con sus singles  We Didn't Start the Fire  (tema en el cual hace mención de varios acontecimientos históricos), The Downeaster "Alexa”,  y la genial  I Go to Extremes. 

Así Joel cerraba con broche de oro una década incansable de palear un hit tras otro demostrando a propios y extraños de lo que era capaz. Ya entrado en la nueva década de los noventa, edita River of Dreams  (1992) en un estilo más serio, más comprometido con temas relativos al amor y la fidelidad.  All About Soul, Lullabye (Goodnight, My Angel)  y  The River of Dreams  hablan por sí mismos de un compositor más maduro en todos los aspectos.

Con Fantasies & Delusions  (2001) consolida por fin el objetivo para lo cual estudió desde joven, siendo este su primer LP de composiciones clásicas en lo que se asumía que era su retiro y el broche de oro para cerrar una gran carrera. Afortunadamente reconsideró y no fue así tiempo después.

Billy Joel se suma a la lista cada vez más exigua de artistas o monstruos sagrados que están en vías de extinción.  No es quejarse de que la música no sea de calidad hoy día, es estar padeciendo una crisis de talento de hace más de una década y eso es muy notorio tanto como lamentable.

Las referencias que pueden ser muchas e infinitas nos llevan solo a una conclusión. EL rock tuvo su auge y cénit desde 1950 hasta finales de la década de 1990.  No es hablar de un corazón viejo o un referente del pasado con los atrasos que ello implica.  Es darse cuenta no se cuenta con talento nuevo a la talla de artistas semejantes. 

Quizá el comercialismo burdo, incipiente ha tenido mucho que ver. Sin embargo aún quedan bandas y artistas nuevos que son dignos de escucharse y que aportan cosas geniales.

Billy Joel es el artista consumado por los excesos no de una droga o del alcohol. Sino por los excesos arriba de un escenario, de un talento que solo hace lo suyo y lo desborda. Sus apariciones y participaciones con compañeros del oficio como Elton John, Cyndi Lauper, George Harrison, Bob Dylan, Brian Jhonson, John Mellencap, Ringo Starr, Bruce Springsteen, Mick Jagger, etc., exacerban nuestra alma ávida de melodías y añoranzas.

Trabajan en nosotros cual cigarra enterrada y que emergen en el momento justo o exacto arrancando un suspiro o un recuerdo de algún sitio en específico que quizá ya no existe más que en nuestra memoria. 

Y siempre que escuchemos romperse algún ventanal o hacerlo por gusto o venganza, nos acompañara aquel tremendo riff de guitarra que nos justificará la acción y pensaremos:  “You may be right, I may be crazy…”

Israel Crens

De Culto 

Walnut Street Ediciones ®