Mariano Fortuny / Olĕum

Los hijos del pintor en el salón japonés por Regina Ruiz

 

                                                                 Mariano Fortuny. Los hijos del pintor en el salón japonés. 1874

 

   RECUERDOS

 

Recuerdo aquellas tardes de verano cuando parecía que el reloj no se movía y que iba a ser una niña durante toda la eternidad. Recuerdo el sonido de las chicharras mientras intentaba infructuosamente dormir una siesta impuesta por mi madre; ese calor y ese color que te ralentizaban los sentidos.

 

Tempus fugit, pasa inexorable, amable y cruel en un efímero sueño. Pasa sin apenas percibirlo, dejando ese rastro de ilusiones no cumplidas, de ilusiones cumplidas, de planes que sí o no se realizaron, ese rastro de color y calor, de amor y desamor, de esperanza y desespero, de buenos propósitos, de malas ideas, de risas y de silencios...mi amigo el tiempo, suspendido en aquellas tardes de verano.

 

Mariano Fortuny pintó a sus pequeños hijos en un salón japonés, era la época del gusto por lo oriental. El tiempo le permitió ser uno de los pintores españoles más importantes del siglo XIX a la zaga de Goya. Minucioso, preciso, colorista, maestro de la luz y dueño de una técnica virtuosa. Ese mismo tiempo no fue generoso con él, se lo llevó a los 36 años. Tempus fugit.

 

Regina Ruiz

Olĕum

 Walnut Street Ediciones ®

 

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